Lamentablemente existen aún, aquellos que mantienen una mirada casi extinta sobre las funciones y los perfiles de quienes integran el departamento de RRHH.
Claro está, que quienes han evolucionado, han dejado de verlos como meros recursos administrativos y apuntan a la optimización de actividades tediosas para liberar el tiempo de gestión y desarrollar perfiles de valor.
Aunque básicamente, las tareas de liquidar salarios, actualizar perfiles y organigramas no suma valor, alguien tiene que hacerlas y a eso puntualmente nos vamos a referir.
No nos detendremos en este artículo en analizar los perfiles que deberían tener o no quienes ocupan cargos dentro de este departamento, sin embargo, sí vamos a analizar una herramienta que permite automatizar, optimizar y descomprimir el tiempo invertido y sin retorno para que los profesionales puedan centrarse en lo verdaderamente importante.
Como mencionábamos, nadie pone en tela de juicio de que la gestión de personal sea importante e ineludible de las organizaciones, pero también cabe destacar que muchas de las tareas que se realizan, cuentan con varios denominadores comunes:
- Repetitivas: aquellas que se realizan iterativamente y demandan las mismas cosas.
- Estructuradas: aquellas que actualiza cada departamento y envía a RRHH y responden a diferentes software, criterios aleatorios, etc.
- Tediosas: las que requieren segmentar la información, los destinatarios (según qué y para quién).
- Confidenciales: aquellas que deben rigurosamente contemplar protección en su difusión y en su contenido.
- Burocráticas: las que deben seguir un orden o una secuencia en su difusión, información y/o autorización.
Teniendo en cuenta estas características, es posible concluir en que invertir menos tiempo en ellas, permitirá intensificar la concentración de los recursos en otras cuestiones estratégicas que añadan valor a la gestión, como por ejemplo, la captación de talento y/o la consolidación de la cultura organizacional.